Amor reencarnado [Rin & Len | Vocaloid | Story of Evil | One-shot]
Palabras: 448
Fechas: 2 de junio, 2020
Sin corrección
Amor reencarnado
Len y Rin se encontraban en la biblioteca de la escuela. Habían encontrado una novela de lo más interesante, en ella los protagonistas habían pasado por un sufrimiento tras otro. El par de amigos se solían turnar para leer; un día lo hacía Rin, el otro día lo leía Len. Esta vez le había tocado leer al chico: se encontraban en los últimos momentos del arco que finalizaba la historia de uno de los personajes que más les gustaba de la saga.
"Hace mucho tiempo existió un reino de la inhumanidad; y allí solía gobernar mi muy querida y preciosa hermana pequeña. Incluso si todo el mundo se convirtiese en nuestro enemigo; quiero protegerte, para que vuelva esa sonrisa que me hace tan feliz".
Len se cayó un momento, había empezado a lagrimear. Le dolía mucho todo lo que le había ocurrido a los personajes. Miró a su costado y vio a amiga y vecina en la misma situación. En silencio, Rin le dio un tiempo para que se calmara para poder seguir con la lectura sin que se le quebrara la voz. Había que tener suerte para que justo a él le tocara leer los fragmentos que relataban la muerte de su personaje favorito.
"Si alguna vez vuelvo yo a nacer, quiero que juegues conmigo otra vez"
Silencio... Lloraron en silencio, como gran fanáticos que eran.
—Joder, qué triste. La tipa es una desgraciada ¿Por qué diablos nunca se dio cuenta? Hay que ser pendeja —comentó Rin, abrumada por la muerte del personaje, el cual solo por los errores de la rubia, que para ella, eran injustificables, le tocó tan mal final.
—Pero Rin, él le quería igual —respondió Len con voz entrecortada, totalmente conmovido por el personaje. Lo admiraba mucho. — Si odias al personaje, deberías odiar también al tipo ¿No? No lo sé, no puedo culpar a la Reina del Mal.
—Pero Leeen —exclamó algo frustrada, pero entendió a lo que se refería su amigo. — Entiendo, pero me sigue cayendo mal ella, no el Sirviente.
El chico suspiró rendido, su amiga si que era una cabeza dura.
—Okey, okey. Mejor dejemos el libro hasta acá por hoy. Ya van a tocar y creo que tengo una herida que cerrar ahora —comentó Len en broma, pero con cierto toque de seriedad.
—Por suerte es ficción ¿Te imaginas que hayan existido? Pobres tipos —soltó al aire Rin. — Yo no soportaría ver tu muerte... Supongo que tú tampoco la mía ¿Verdad? — Len estuvo de acuerdo con ambas cosas.
Lo que ese par de amigos, que desde pequeños parecieron congeniar a la perfección y llevarse de maravilla, no sabían era que ese libro contenía la historia de sus vidas pasadas.
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